MOTIVO DE CONSULTA:

Inés es una chica de 26 años. Vive en pareja, tiene 3 hijos. Es ama de casa. Consulta por una poliartritis reumatoidea: dolores articulares, en muñeca, codo, hombros y pies. Cuadro de un año de evolución. Los síntomas se agravan por el movimiento, por la humedad y por stress. También sufre de hipotiroidismo, y de vitiligo desde los 6 años.

DESCRIPCIÓN

Inés fue abandonada por su familia de origen a los 7 meses, y fue adoptada por un matrimonio.

Tiene una gran admiración y cariño con su padre adoptivo, pero con su madre adoptiva sufre una relación conflictiva.

Con sus hijos tiene una muy buena relación. Es feliz contemplando su felicidad, y cree que están bien. Por cierto, desearía que a sus hijos jamás les ocurriera nada parecido a lo que le sucedió a ella.

Inés es una persona compasiva, afectuosa, ansiosa. Siente temor a no ser valorada por las personas. Da cariño a todo el mundo, pero se siente sola, no querida por los demás.

Tiene una ansiedad básica que la lleva a estar siempre en movimiento, haciendo cosas, no se puede quedar quieta. Es indecisa, tiene miedo a equivocarse. Le preocupa el futuro. Sus hijos.

Necesita conformar a todo el mundo, y que todos estén contentos con ella a su alrededor.

Hemos mencionado los conflictos con su madre adoptiva, que muchas veces le formula reproches, y le dice sentirse arrepentida de haberla criado.

Ella se vuelca más al padre, y le hiere profundamente la actitud de su madre. Nunca sintió apoyo de su madre: cuando Inés era niña, su madre nunca fue a sus actividades en el colegio, ni participó de las cosas que a ella le importaban.

Tiene sueños perturbadores: está al borde de un abismo, o en situaciones-límite. Algo terrible le va a pasar. Aparecen laberintos en que no encuentra la salida, o la sigue “una mujer que la cuidaba, pero no para hacerle bien”.

Inés tiende a padecer frío. No transpira, ni es de tomar agua. Tiene menstruaciones regulares. Es constipada.

NUTRICIÓN

Junto con eso, encaramos un tratamiento naturista con alimentación y hierbas homeopáticas MBU. Y tuvimos en cuenta la alimentación, porque constituye un aspecto muy importante en estos cuadros clínicos. Por ello eliminamos toda grasa animal, carne, lácteos, harinas, así como el aceite de maíz y de girasol.

Incorporamos también apiterapia, que puede ser de gran utilidad en una enfermedad como la que motivó su consulta.

TRATAMIENTO

Por todo ello comenzamos el siguiente tratamiento:

Tomó Paraíso como flor caracterológica, por su actitud ayudadora y compasiva.

Amor de Hortelano, por su herida de abandono, que la lleva a buscar cariño en forma constante, y a sufrir por su temor de no ser querida por los demás.

Magnolia., por su herida con la figura materna, que se expresa también a nivel onírico –por ejemplo, con la imagen de la mujer que la persigue, que la cuida pero que no desea hacerle bien, y que representa la ambivalencia frente al amor materno–.

Espinillo, por la indecisión interna.

Laurel, por su extrema sensibilidad y vulnerabilidad.

Hortensia, que es la flor que usamos en los casos de personas que han sido abandonados en la vida. En estos casos queda un resentimiento hacia la madre que abandona, pero también este conflicto se traslada a la madre sustituta. Entonces tendrá una relación conflictiva con la madre de vida.

En cuanto a las hierbas MBU administramos:

Consuelda, en tercera dilución homeopática.

Ortiga, en tercera dilución, Echinacea en tercera dilución, también Caléndula y Galio en tercera.

EVALUACIÓN

Al mes de tratamiento, Inés había mejorado mucho su estado anímico, y superado sus dolores, exceptuando el de la muñeca.

Siguió el tratamiento 3 meses más, y volvió a los tres meses.

Nos manifiesta que últimamente se siente nerviosa y que cuando se pone así le duele la muñeca. Sin embargo, expresa que ha tenido un gran cambio tanto en lo físico como en su interioridad.

A veces se siente insegura. Propende a conductas perfeccionistas, y a anticipar los hechos negativamente.

Cambiamos la fórmula con Naranjo, como flor del carácter. Evolucionó de paraíso a naranjo en su proceso curativo.

Lavanda, como tranquilizante.

Azalea Rosada, por su falta de confianza interior.

Amor de Hortelano y hortensia.

y Verónica por su trastorno de anticipación.

Con esa formula siguió varios meses. Hoy Inés se encuentra sin dolores físicos, y se siente estable emocionalmente. Desaparecieron los sueños que la atormentaban.

Sus sueños son ahora pacíficos y agradables. Esto sugiere a nivel onírico el movimiento psicoenergético, que se va a expresar también en toda la vida de la persona. La enfermedad es una expresión del desequilibrio de la totalidad, y por ello la gradual conquista de la armonía también traerá aparejada la salud en lo físico. Los símbolos que expresan con claridad su curación es que ya no se siente al borde del abismo, tiene sueños placenteros, y en particular, han mejorado las imágenes oníricas referidas a la figura materna. No es de extrañar, pues, que el vínculo con la madre en la vida real se encuentre en un proceso de mejoría.